Todas las personas físicas y empresas que soliciten a sus clientes información como nombre, domicilio, teléfono, correo electrónico, o cualquier otro dato personal, están obligadas a tener un aviso de privacidad y a cumplir con lo establecido en la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (“Ley”), por lo que prácticamente todas las pequeñas o grandes empresas, comerciantes, contadores, abogados, doctores y todos lo que solicitemos datos tan básicos, debemos cumplir con dicha Ley.
Un aviso de privacidad es un documento físico, electrónico o sonoro, mediante el cual, el responsable de los datos (el proveedor), informa al titular de dichos datos (normalmente el cliente) sobre el motivo de recaudarlos, el uso que tendrán sus datos y los derechos que tiene el titular para tener acceso a su información, poder modificarla, solicitar que no se transfieran a terceros y que no reciba información publicitaria.
De esta forma, el titular podrá tener un control sobre sus datos y podrá tomar mejores decisiones sobre el tratamiento de ellos, así como también, tendrá conocimiento sobre cómo ejercer sus derechos en caso de que se llegue a hacer un mal uso de sus datos, siendo este, el objetivo principal del aviso de privacidad.